Hoy es 24 de marzo, hoy no fui a ninguna marcha. Creo que hace ya algunos años que no voy a las marchas a las que nunca faltaba desde que empecé la secundaria. Y sin embargo, aunque es fácil decirlo, creo que este hubiese sido el año para volver a ir. Estar en la calle, en casa.
No quiero ahondar en explicaciones políticas que no tengo. Como desde el principio, mi propuesta es escribir desde el corazón:
Hoy es 24 de marzo, la fecha no se me pasa aunque tenga tanto mareo en la cabeza.
Y aunque pueda decirse muchas cosas, elijo seguir pensando, sintiendo y creyendo en la profunda importancia de la justicia y de la memoria colectiva.
A veces, con tantos deseos de irme y hacer mi propio camino, se me pierden de vista estas ideas, vitales y simples. Empezando a sumergirme en este nuevo orden en el que percibo que lo individual y privado es lo que más se privilegia, me gusta poder auto-recordarme algunas cosas importantes.
Un abrazo a los que estuvieron hoy (y ayer, en La Plata), poniéndole corazón y cuerpo a la búsqueda.
No hay comentarios:
Publicar un comentario