La buena noticia:
Ger consiguió trabajo, ¡en el camping!! Me animé a ir a decirle a
mi jefe, y después todo fluyó, gracias, supongo, al carisma y buena
onda de ambos. ¡Iaju!
La mala: nos
rechazaron abrir la cuenta en el banco (después de 2 semanas de
espera, mandamos un mail a ver que pasa y ahí nos reenvían un mail
“de una carta enviada el 01/04” en la que dicen hola, no los
queremos, chau).
Y como todavía no
entiendo nada o quizás entiendo muy poco de lo que pasa por acá,
pero al fin y al cabo es lo mismo que pasa en todos lados con ligeros
toques que en nada modifican los conflictos básicos del ser humano
en sociedad, estuve intentando descifrar la situación en Place de la
République entre ayer y hoy. Un poco gracias a mi amiga Paula, que
cambió nuestro lugar de encuentro por ese lugar, porque, sobre todo
en respuesta al proyecto de una nueva ley de trabajo, están habiendo
todos los días asambleas, y gente acampando a la noche, y mucho
movimiento social. Al menos eso parece. Ayer había menos gente y
escuchamos muy poco porque sólo había un megáfono más el ruido de
toda la ciudad y la policía pasando cada cinco minutos, pero hoy fue
diferente. Hoy llegué a sentir un poco esos escalofríos que me
agarran cuando siento el movimiento de tanta gente agrupada,
activando, discutiendo, siendo presentes, aunque sea en ese plano de
la realidad social. Por más que puedan criticarse siempre mil cosas,
y más si lo vemos todavía un poco desde afuera, igual me conmovió
estar ahí un rato, escuchando, sacando fotos, viendo cómo todos
levantaban sus manitos (“parecen teletubbies, decíamos con Paula)
cuando estaban de acuerdo con lo que alguien estaba diciendo.
Así que algo se
está moviendo en París, y no me parece asunto menor. Queda en mí
seguir enterándome de qué se trata todo esto, desde dónde se me
presenta la oportunidad de participar o no. Por ahora, son mis breves
noticias, y espero que pronto pueda decir mucho más.
No hay comentarios:
Publicar un comentario